jueves, 10 de diciembre de 2009

El Nobel del novel

"Habrá ocasiones donde el uso de la fuerza no sólo sea necesario, sino que estará moralmente justificado". Correcto, Sr. Obama. Sin que sirva de precedente, le vamos a dar la razón al presidente de los EE.UU., al que Santa Claus le ha traido su regalo adelantado. O quizá ha sido el rey Baltasar, con el que comparte algunas cosas.

La pena es que eso no lo haya dicho en la campaña electoral, pero rectificar es de sabios. Nadie quiere la guerra, que debe ser la ultima ratio del Derecho Internacional. Nadie quiere bombardeos, mutilados, economías arrasadas o miles de refugiados. Pero, en ocasiones, no queda otro remedio. Por ejemplo, en las guerras defensivas.

¿Es la lucha contra el terrorismo islámico una guerra defensiva? I think so. El Mal existe en el mundo. Son cosas del pecado original. Por eso hubiese sido imposible frenar a los ejércitos de Hitler o a los terroristas de ETA o a los de Ibn Laden como marchas pacifistas y banderas blancas. Las guerras entre naciones han dado paso a guerras sin naciones y en ellas mueren muchos más civiles que soldados. Así que no se puede negociar si te ponen una pistola en la cabeza porque entonces sólo te queda rendirte.

En su discurso, Mr. President ha dicho: "Terrible wars have been fought, and atrocities committed. But there has been no Third World War. The Cold War ended with jubilant crowds dismantling a wall. Commerce has stitched much of the world together. Billions have been lifted from poverty. The ideals of liberty, self-determination, equality and the rule of law have haltingly advanced. We are the heirs of the fortitude and foresight of generations past, and it is a legacy for which my own country is rightfully proud." (Para leer el discurso completo, pinche aquí)

Luther King, al recoger su Premio Nobel de la Paz en 1964, dijo: "Violence never brings permanent peace. It solves no social problem: it merely creates new and more complicated ones." Por eso la paz es el camino, como dijo Gandhi -al que no le dieron el Nobel de la Paz, como tampoco a Juan Pablo II-, aunque a veces para alcanzarla haya que entrar en guerra. Como escribió Flavio Vegecio: Si vis pacem, para bellum.

Al verle a Obama en Oslo pensé: "¡Qué paradojas tiene este presidente! Cuanto más camina entre gigantes (Luther King, Teresa de Calcuta, Mandela), más insignificante parece".

3 comentarios:

Sardá dijo...

Creo que el discurso es fabuloso.
Un sentido y eperemos que consecuente homenaje a Tucídides y al cristianismo post-cristiano (guerra "justa"), una apuesta veraz y realista, sin renunciar a los mejores ideales, por conseguir un mundo más justo, más democrático, más seguro y más libre.
Si le dejan ponerlo en práctica, será una gran noticia para la Humanidad.

Anónimo dijo...

No. no, si discursos ya sabemos que se los hacen de miedo. Ahora lo que hay que ver es si es capaz de ponerlos en practica, porque llevamos un anyo y su popularidad anda por los suelos, menos del 50%, algo nunca visto en el primer anyo del primer mandato...

George Bush III

BILEHC dijo...

Si vis pacem lude bellum.