viernes, 27 de junio de 2008

Ad gentes

Mañana comienza en la Iglesia católica el año dedicado a San Pablo, apóstol de las naciones. Su inicio coincide prácticamente con la festividad de San Pedro y San Pablo, que se celebra cada 29 de junio. Resulta curioso que las dos columnas de la Iglesia sean un mentiroso y un traidor. Pedro y Pablo. Simón y Saulo. O bien pensado, no es curioso. Es la demostración de que Dios utiliza a los instrumentos más inútiles para dejar claro su poder.

San Pablo siempre me ha parecido un gigante. Quizá por su conversión camino de Damasco, mientras perseguía cristianos. Quizá porque fue un renegado, lo que le valió el desprecio de su correligionarios judíos. Quizá porque sacó la palabra de Dios de Jerusalén y su predicación desbordó la ley de Sión para convertirse en Alianza de Dios, una alianza que él llevó a todo el mundo. Quizá le admire por todo eso a la vez.

Saulo de Tarso, San Pablo, es un santo grande. Al final de su vida resume su existencia con estas palabras "A causa de esta esperanza llevo estas cadenas" , que es una última y vibrante apelación a la conversión de su pueblo.

Cada santo tiene su pasado y cada pecador tiene su futuro, decía Óscar Wilde. Al escribir esas palabras puede que estuviera pensando en San Pablo, o San Agustín o tal vez San Ignacio de Loyola, que pecaron con fuerza antes de creer con más fuerza aún.

Ahora la Iglesia, empeñada en explicar y extender el ecumenismo, presenta a San Pablo como un modelo del que aprender la Fe y la Verdad, ya que en ellas residen los motivos de la unidad entre los discípulos de Cristo.

5 comentarios:

Isaías dijo...

DE PROFUNDIS, EPISTOLA CARCELARIA Y DESDE LAS CADENAS, del señor Wilde es una obra que tardó en recomponerse unos cuantos años, pero que ahora está bastante completita y que es una verdadera maravilla, en la que además de de arte habla del sentido del sufrimeinto, del dolor, de Jesucristo como el gran individualista y de su vida como arte en estado puro... es la historia de una conversión: de hecho se convertiría al catolicismo antes de morir en la muy laica y dreyfusiana Francia. La escribió en la cárcel en unas condiciones físicas y espirituales completamente lamentables... pero salió una maravilla. Celebro que traigas a tu foro a este conspicuo personaje.
Abrazo.

Isaías

jlcea dijo...

A ver si un día de estos me paso por tu biblioteca, tras la mudanza, y te pido prestado un libro de San Pablo.

(me lo has puesto a huevo)

jlcea dijo...

Gracias por el descubrimiento de Wilde.
Mi ignorancia me llevaba a pensar que era un sodomita empedernido, por lo que nunca había despertado en mí el más mínimo interés.
Pero es que no conocía a Sebastian Melmoth.

(perdón por desviar la atención del post)

Isaías dijo...

Claro, José Luis, siempre es el mismo rollito: el que ha trascendido como prohombre lúcido es el Wilde decadentista y figurón del dandismo, mientras que Melmoth sería el demente en declive y renegado identitario: todo apesta. Hay que reivindicar el Quijote y a Melmoth.

NO es trasvase.

Isaías

Anónimo dijo...

¡Qué gusto da leeros! ¡Rediós! Esto sí que son opiniones impertinentes.

Un blog provocador y con contenido. Alimento para el alma.